Suscribirse por correo electrónico

Acelerar

Acelerar. Ver un reto y abalanzarse sobre él, como un elefante que destroza todo a su paso.
Ver una dificultad y abordarla de forma brusca, sin considerar las aristas que pueden hacer daños.
Ver puentes medio derruidos y hacerlos volar por los aires, sin considerar si aún son válidos, sin buscar formas de reparación.
Atacar antes de ser herido. Poner la tirita antes de hacerse daño. Creer firmemente que es un todo o un nada.

Sentir en lo más hondo que esa es la única forma. No la mejor, tan solo la única. No hay alternativa.

La ignorancia de no saber más que pisar el acelerador.

De pronto, mirar alrededor. Ver la destrucción propia y ajena, alejarse, convertirme de forma obligada en espectadora. Recordar la metáfora de los perros de presa...

Vislumbrar una nueva perspectiva. En una ocasión clara, decidir conscientemente no acelerar, sino apartarme del camino. Mi método no funciona.

Al apartarme, contemplar las aristas, llorar por los puentes derruidos, tirar las espadas, eliminar las tiritas.
Con la piel completamente expuesta sentir... Sentir frío, calor, lluvia, aire. Asumir la responsabilidad sobre las ruinas.

Deshacerme del acelerador. Contemplar desde la inmovilidad.

No hay comentarios: