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Aspiraciones

Te miro y pienso en que me gustaría parecerme a ti en ciertas cosas. Pienso que me gustaría saber hacer buenas fotos, de esas que dan ganas de enmarcar y ver todos los días. Pienso que ojalá recordase todo lo que me han contado, todos los detalles de los libros que he leído. Pienso que aún tengo el piano arrinconado en una esquina y en que nunca llega el momento de volver a practicar en él esas notas olvidadas.

Te miro, veo dónde estás, cuáles son tus aspiraciones y me da la sensación de que llevo parada demasiado tiempo. Hablo contigo y no puedo evitar preguntarme qué he hecho con todos estos años, en qué momento se paró el tren y yo me bajé. No consigo librarme de la sensación de que me he perdido algo, muchas cosas, aunque no sepa nombrarlas exactamente.

Miro a  otros y soy consciente de lo mucho que quiero absorber, retener, aprehender antes de que ya no me lo puedan transmitir, como si a través de eso pudiese conseguir que se queden a mi lado. Hay demasiado por hacer, por ver, por probar... y a mí se me van las horas mirando volar las moscas.

2 comentarios:

el chico de la consuelo dijo...

jo como me ha gustado este post! Pero creo q no hay q cambiar sino ir cambiando q no es exactamente lo mismo.

Bett dijo...

Hola, chico. Yo creo que más bien se trata de lograr combinar ambas... aunque también es lo más difícil de lograr.