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Primera semana de marzo

Tenía que escribir algo, no podía dejar que la entrada anterior estuviese eternamente en la cabecera, demasiado triste. Así que con un título poco original, aquí va la siguiente.
La semana pasada, a pesar de todo, fue muy buena. Recordé que echo de menos trabajar en una oficina con gente, con algo más que la pared y el silencio a mi alrededor. Eso sí, para unos días nada más. Luego, lo de poder decidir horarios sin más y ser dueña de mi tiempo, como en el anuncio, no tiene precio.

Esta semana tiene pequeños hitos y descubrimientos importantes. Primero, que  mirándome al espejo hoy he descubierto que tengo la cara como una paella. Granos reconvertidos en heridas que sé que tardaran en curar. Sé que tardarán porque siempre lo hacen, pasan siglos antes de que algo cicatrice en mi piel.
No tendría mayor importancia esta "vuelta" al acné juvenil (que por otra parte, nunca tuve), si no fuese porque soy yo la culpable: así como otros se comen las uñas, yo rasco sin parar. Y cualquier protuberancia es objeto de mi atención, así que mientras trabajo, distraída, una de las manos se ocupa de ir rascando... rascando... rascando... hasta que aquello sangra, tarda siglos en curar y parece que me ha atacado una colmena de abejas.

Tengo que dejar de hacerlo. Eso sí... aún no sé cómo.


De paso, he vuelto al café y las noches de poco sueño. A cambio, entre ayer y hoy dos exámenes, que con suerte, me acercarán de nuevo al final de esta nueva etapa estudiantil.

No sé qué haré después con todo ese tiempo libre. Por ahora me toca terminar lo que he empezado.

Y posiblemente atarme las manos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

si te sirve de consuelo, yo tengo un tic que es cuando estoy nervioso arrancarme los pelos de la primera falange del dedo segundo de cada mano.

ecdlc de vago hasta para poner la contraseña.

Anónimo dijo...

Vengo desde el blog del chicolaconsuelo... un saludo, y ánimo.
cara-cola.

pseudosocióloga dijo...

Aissssss, deja de tomar café y vuelve al té.

Bett dijo...

Hola!!

@ecdc, en su época, mi compañera de piso servía de vigilante, que me echaba la bronca si me veía rascar más de la cuenta...

En cuanto a hábitos extraños, por ahora se lleva la palma el de dos personas distintas que conozco que se dedican a comerse las manos... es difícil de explicar cómo lo hacen, pero tienen la parte de arriba llena de moratones siempre.


@cara cola, bienvenida por estos lares, gracias por seguir el link de ecdc hasta aquí, espero que no salieses demasiado decepcionada.


@pseudosocióloga lo mío con el café va por épocas. No tiene efecto que yo sepa, pero hay rachas de tomarme 3 al día y rachas de sólo el del desayuno... Al té, a pesar de que también me gusta, aún no le he pillado el gusto adictivo.


Ánimo que ya se termina el invierno! (al menos en el calendario! :) )