Hay que comunicarse más. Hay que hablar más. Y luego te das de bruces con que cada uno tenemos nuestra percepción personal de los significados y que de ahí surgen los malentendidos más bizarros.
Definir a alguien con un adjetivo que consideramos positivo y ver enfrente caras de disgusto. Y no entender porqué, si, al final, era un halago.
Dos opciones. Pasar de largo, ignorar la reacción. Preguntar el motivo, si al final, pretendíamos decir algo positivo.
Optar por la segunda y descubrir que lo que uno interpreta con connotaciones positivas, el otro lo percibe totalmente negativo. Que casi es un insulto.
Flipar. Flipar sabiendo la de malentendidos que derivan de cosas así. De cuando no se tiene al interlocutor frente a uno para preguntar, para aclarar. Pensar en la de veces que escribimos con una intención y se interpreta con otra. Recordar la de veces que en una cadena de correos o mensajes tantísimas veces se pierde más el tiempo en explicar malentendidos que en transmitir ideas.
Y, a los pocos días, que la misma situación se repita, con otra persona, con otro concepto. Y ver que sí, comunicación... pero que a veces nos comunicamos en universos paralelos asumiendo que todos entienden lo que pretendemos decir.
Esas asunciones... de aquellos barros estos lodos...
Definir a alguien con un adjetivo que consideramos positivo y ver enfrente caras de disgusto. Y no entender porqué, si, al final, era un halago.
Dos opciones. Pasar de largo, ignorar la reacción. Preguntar el motivo, si al final, pretendíamos decir algo positivo.
Optar por la segunda y descubrir que lo que uno interpreta con connotaciones positivas, el otro lo percibe totalmente negativo. Que casi es un insulto.
Flipar. Flipar sabiendo la de malentendidos que derivan de cosas así. De cuando no se tiene al interlocutor frente a uno para preguntar, para aclarar. Pensar en la de veces que escribimos con una intención y se interpreta con otra. Recordar la de veces que en una cadena de correos o mensajes tantísimas veces se pierde más el tiempo en explicar malentendidos que en transmitir ideas.
Y, a los pocos días, que la misma situación se repita, con otra persona, con otro concepto. Y ver que sí, comunicación... pero que a veces nos comunicamos en universos paralelos asumiendo que todos entienden lo que pretendemos decir.
Esas asunciones... de aquellos barros estos lodos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario