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Se van

Huir suena demasiado fuerte... pero a veces da la sensación de que es así. Amigos que huyen mientras yo me esfuerzo por hacer el camino inverso.

Conocidos que deciden seguir con la maleta a cuestas, más allá de nuestras fronteras... "En dos meses me voy de nuevo, aquí no encuentro nada, y los ahorros se terminan" Amigos que no ven viable su situación en un radio cercano, gente que, de nuevo, mete su vida en una maleta y se vuelve a ir, más allá de nuestras fronteras, buscando algo más.


Es curioso... pero también complejo.Curioso, parece que han dado marcha atrás al reloj, exactamente, 40 años, cuando todos se iban, porque aquí no había futuro. Conozco a demasiada gente que a estas alturas lleva más tiempo de su vida en el extranjero que donde nacieron, y sé que ellos poca elección tuvieron.

Curioso, porque yo también he estado ahí, también decidí hacer las maletas e irme. Para algunos de nosotros, la llamada del otro lado es demasiado fuerte como para no ir a mirar qué puede haber, a qué podemos aspirar.


En su día, comentando entre amigos, dije que soy consciente de tener la suerte de haber elegido. Me fui porque y cuando quise, a dónde quise. Y aunque hubo momentos malos estando demasiado lejos, sé que nadie me obligó, que fui yo quien tracé ese camino en mi aventura.

Me parece complejo, porque no sé si seguimos oyendo cantos de sirena, creyendo que más allá será mejor que aquí, cuando a veces, la realidad una vez en ese lugar nos hace ver que no hay grandes maravillas tampoco. Complejo, porque después de habernos ganado la vida lejos, aceptando cosas que nunca pensaríamos, al llegar aquí nos cuesta hacer lo mismo, y sólo queremos lo mejor de lo mejor, sin considerar otras opciones.


Complejo, porque conozco no sólo la parte buena de estar lejos, la de crecer como persona, conocer otras diferentes, abrir los horizontes, disfrutar en otra cultura, sino que también conozco la parte mala, la de que duelan los quilómetros cuando estos no pueden salvarse en un par de horas cuando queramos, lo difícil que es empezar de cero, una y otra vez, en un lugar sin nadie que te tienda manos.

Complejo, porque si todos nos vamos, tampoco quedará nadie.


Ellos se van. Yo, por ahora, me quedo. Aunque no soy capaz de firmar por cuánto tiempo será eso. Otros volverán también y muchos se irán. Y  a mí me hacen pensar de nuevo en irme... en revivir sensaciones que añoro,  aunque sé que, por ahora, estoy donde quiero estar.

Y todo ello se me antoja muy complicado, porque sé que hay muchas formas de enfocarlo, y puedo ver la mayor parte de las caras, de los pros y contras que muchos analizan. Y no sé decir qué es mejor o cuál es la salida óptima.


Se van, los tendré lejos, otros me quedarán cerca. Si todos ellos son felices, a mí me servirá.

2 comentarios:

el chico de la consuelo dijo...

Hay un momento en que las ganas de volar lejos son atractivas como la fuerza del vértigo y otras, sin embargo, te sientes como un viejo arbol con las raices ancladas al suelo y tan sólo viendo volar los pájaros lejos.
Como bien dices se agolpan las contradiciones y como cantaba Silvio "siempre hay quien quisiera ser distinto nadie esta conforme con lo que le tocó..."
No sé los años que tienes pero yo noto mis cuarenta en que mis sueños cada vez están más sujetos al suelo que piso...
eso no significa que no sueñe todavía.

Bett dijo...

Hola, ECDC:

Tengo unos poquitos menos que tú, pero no muchos menos. Supongo que al pasar los años nos damos cuenta de que, si bien sigue habiendo infinidad de opciones, al final es imposible abarcarlas todas... y nos centramos más en las más realistas, o en las más sencillas. Y esas, por lo general, suelen estar en el lugar donde vivimos.

Porque sí, podemos cambiar de país, de provincia, de ciudad cada cinco años, por ejemplo. Pero el coste de eso no sería igual cuando se es veinteañero, sin cargas, que a los cuarenta, cuando se pueden tener ya pareja, hijos e hipoteca tal vez, que a los cincuenta y cinco, donde todo cuesta más trabajo, y dónde sería más complicado un cambio laboral, por ejemplo.

Así que, supongo que seguiremos soñando con todo lo que podríamos hacer... pero mientras tanto, nos dedicaremos a mejorar lo que tenemos.


Buen viernes!