Hoy, si pudiera, me daría de bofetadas para a ver si con esas espabilaba.
Y hoy también, si pudiera, desaparecería del mapa para todos, incluso para mí misma. Ni familia, ni amigos, ni nadie. Y que muchos dejen de depender de mí para sus decisiones. Que sea yo siempre quien tenga que dar mi opinión y arrastrar y animas a otros para que logren sus metas. Ya me llega con tener que arrastrarme y forzarme yo misma.
Otros días apreciaría que busquen en mí consejo y apoyo. Hoy me enterraría bajo una manta y que cada palo aguante su vela.
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