Suscribirse por correo electrónico

Dos caras

Han pasado los años, ya contamos por decenas. Creemos que no hemos cambiado, al menos físicamente, aunque sabemos que nuestros rasgos se han ido desdibujando.

Tenemos canción propia, nuestra banda sonora particular, aunque después nuestros gustos musicales son dispares y no suelen coincidir.

Fuimos de vodka, de cócteles con frutas, de mezclas variadas, hasta descubrir los gin tonic. Los de verdad, los premium. Saltándonos varias fases de la escalada de ir refinando gustos. Ahora un medidor nos parece algo imprescindible.

Hemos seguido caminos distintos. Nunca llegamos a compartir ciudad, nos han separado países.

Ha habido cartas, de las antiguas, manuscritas y con sellos.(Sobre)vivimos a la época en la que no existían los móviles, en las que quedábamos sin más a una hora. Y apareceríamos.

Hay frases míticas que hemos ido recopilando, propias y ajenas.

Algunos (bastantes) "yo nunca", que nos hemos tenido que tragar.

Sueños de una casa junto al mar.

Productos ecológicos. Tés. Intercambio de recetas. De cremas. De ropa. De libros. De más libros.

Celebraciones por resistir 3 minutos en una cinta de gimnasio. Evolución hasta llegar a correr.

Épocas de hastío. Días autistas.

Sentirse incomprendidos. Pensar que el mundo es muy extraño. Que el resto no entiende normas básicas. Que os hemos perdido alguna clase de cómo gestionar la complejidad.

Desayuno como primera opción. Por encima de cenas.

Caras de póker que son un libro totalmente abierto.

Ser racional o ser visceral. Intercambiarnos los roles y que ya no se sepa quién es quién. Paciencia y aguante frente a actividad e impaciencia.

Una vida. Y la que queda.

 

No hay comentarios: