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Envidias

Todo parece mejor cuando son otros los que lo tienen. La vida parece más interesante; el círculo de amigos más grande, más animado, más cercano; la vivienda en mejor situación, más bonita; el trabajo más entretenido, o con mejores condiciones; la pareja más atenta, la soltería más liberadora.

Posiblemente no consuma nuestra rutina, no es que nuestro día gire en torno a gastar pensamientos deseando aquello de lo que creemos carecer. Pero, de cuando en cuando, aguijonea ese punto de envidia, ese resultado de comparaciones odiosas. Casi siempre, al comparar, nos situamos en peor situación de partida, para que así el resultado salga desfavorable. 

Así, las conversaciones de quejas se transforman en ocasiones en un "y yo más" carente de todo sentido. Si tú te quejas de algo, yo seguro que tengo alguna otra faceta que lo supera. Así, mientras sentimos esa envidia y gestionamos la sensación de creernos malas personas, al menos recibiremos un poco de cariño, de compasión, por nuestra pésima situación.

Al final, son eso, pequeñas envidias de diario. Nada especialmente relevante, ínfimos destellos de que no logramos aquello que anhelamos. A veces, ni siquiera estamos seguros de quererlo, pero desde fuera parece tan bonito... y tan interesante... y tan atrayente..., llanamente mejor (aún sin haber definido qué es ese mejor).

Nos dejamos llevar, incluso sin pensarlo. Somos humanos, dicen. Envidiamos aunque no queramos reconocerlo ni ante nosotros mismos. Nos define, entre otras cosas, el modo en que gestionamos esos pinchazos de "yo quiero".
Tal vez haya quien pueda levantar la mano y enarbolar el  yo, nunca. Por ahora, creo que pocos. 

Qué difícil resulta a veces valorar lo propio en su justa medida, sin adornarlo ni menospreciarlo. Qué complicado es establecer baremos, cuando no hay comparaciones posibles porque las circunstancias son del todo dispares. Qué retorcidos mecanismos tenemos en ocasiones las personas.



1 comentario:

el chico de la consuelo dijo...

Autoestima, autocrítica y autoengaño
las tres letras A
que escribí un día
en mi cuaderno
para explicar, mas o menos
lo que tu cuentas.